29.8.10

"Benito Cereno" - TEMA DE DISCUSIÓN 5 -CONTINUACIÓN

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Graziella Deambrosis comenta:
La voz narrativa en Benito Cereno juega con variaciones de tono y de distancia.
En ciertos puntos del relato la voz se hace más o menos presente; en pocos momentos desaparece.
Consideremos la relación narrador-Delano. La narración no está elaborada desde el punto de vista de Delano. El narrador, es cierto, acompaña a Delano en casi todo el relato (se separa de él solo al final, para cederle la voz a los documentos); pero también está presente con voz propia; hace notar al lector que está un paso adelante de Delano; establece una distancia con el personaje que varía pero no desaparece. En algunos momentos del relato el narrador se muestra solidario con Delano; en otros juega con él; las más de las veces se compadece de ese carácter simple que es incapaz de ver en el barco español nada fuera de las rutinas de su oficio mientras se representa ante sus ojos una lucha por el poder.
Comienzo por la última afirmación: la voz narrativa está presente para el lector, no habla “a través de” Delano, se muestra compasiva con su personaje.
Ya se ha dicho en el foro que en el barco tienden una trampa al personaje Delano y, a su vez, el narrador tiende una trampa al lector. Ambas trampas, por decirlo de algún modo, no son equivalentes. Aún si consideráramos que el camino a transitar en ambos casos (por Delano, por el lector), es llegar a "la verdad", serían caminos diferentes. Delano lleva todas las de perder frente al lector... En la trampa "Babo a Delano": el capitán se encuentra con una sublevación muy bien organizada, que debe enfrentar solo con su espíritu simple y poco dado a los cuestionamientos.
En la trampa "narrador a lector", al contrario, se percibe en el narrador una cierta complicidad con el lector, la confianza en que el lector llegue a "la verdad" antes que Delano. El narrador confía en la mayor inteligencia o, por lo menos, la mayor suspicacia del lector, con respecto a Delano.

Ahora bien, con respecto a la trampa "narrador a lector": ¿se trata de lo mismo, es decir: de saber qué pasó en el barco? En definitiva no se trata de una narración policial y lo que importa al narrador no parece ser quién llega antes a "la verdad" del desarrollo estricto de los hechos.
Estoy de acuerdo con Luciana en cuanto a que "El lector, (es) menos ingenuo que Delano", pero aunque no logre "desentrañar la verdadera realidad del barco" y queden -para seguir con los términos marinos- cabos sueltos, transitaría por diferentes caminos; no se trata de dos relaciones paralelas.
La trampa tendida a Delano lo mantiene en la incertidumbre, se trata de un nudo demasiado complejo. Al lector también se le arroja el guante -o debemos decir: se le arroja el nudo.
Pero lo que el narrador propone al lector que "desanude" puede ser no necesariamente la real situación del barco que preocupa al capitán. La propuesta del narrador puede ser la reflexión acerca las varias caras de la benevolencia, los riesgos de la resistencia a permitirse sospechar o cuestionar, las limitaciones de ese espíritu sin espesor.
En el inicio se nos previene de ese espíritu simple con una línea extremadamente irónica, a la que ya han hecho mención algunos compañeros. Es el ejemplo que fundamenta mejor lo que se propone arriba en cuanto a la mirada compasiva del narrador para Delano: "una persona de naturaleza singularmente confiada, que no se permitía [...] a la vista de todo lo que es capaz el género humano [...]". Por cierto: la percibo como la única línea de la obra en la que el autor se dirige, con complicidad y explícitamente al lector, para compartir una observación acerca de Delano. Es una observación cargada de compasión hacia el personaje y, en lo que respecta al "género humano", cargada de escepticismo. En esta línea el narrador se hace presente entonces con sus reflexiones personales, en un tono que es casi de confidencia. La voz narrativa por un momento pone distancia del personaje del relato y más aún, queda en primer plano.
Con esto también fundamentamos la hipótesis relativa a la voz narrativa que juega con variaciones de tono (aquí se vuelve confidente) y de distancia (con respecto al relato).
Sigo con la propuesta realizada más arriba, acerca de la relación narrador-Delano, la distancia que establece esta voz narrativa y las nuevas variaciones de tono. En ciertos pasajes el narrador juega con Delano; lo ridiculiza ante el lector. Es bastante impiadosa la escena del nudo:
El capitán Delano [...] se quedó en silencio contemplando el nudo; su mente, a causa de una agradable transición, pasó de sus propios enredos a los del cáñamo. [...] Por un momento, con un nudo en las manos y otro nudo en la mente, el capitán Delano se quedó mudo, mientras, sin prestarle más atención, el viejo se ponía a trabajar en otras cuerdas.
El narrador (nuevamente: tomando distancia del personaje), hace una descripción casi humorística del desconcierto del capitán, pone en evidencia su cortedad de miras, su incapacidad de interpretación más allá de lo literal.
En cuanto al punto de la hipótesis donde planteo que el narrador adopta un matiz solidario y de camaradería con su personaje (que con la variación de tono, otra vez, se hace más presente al lector), cabe decir que el narrador hace un contrapunto entre la confusión de los sentidos (en relación a la situación del barco), y la confusión en la percepción del paisaje.
En medio de ese contrapunto comparte reflexiones muy específicas del marino -no son reflexiones de Delano, son las suyas propias, plasmadas con su voz de narrador. Pero son, además, compartidas con Delano -y acá se hace notar un tono de camaradería que lo trae a primer plano, pero en este caso, al lado del personaje, como dos camaradas de oficio-.
Fundamento esta opinión en los párrafos que como adelantaba, describen la distorsión en la percepción del paisaje. En algunos casos el mar es percibido como bosque/campo. No se trata obviamente de una confusión en sentido literal; sí de asociaciones reiteradas. ¿Están favorecidas por la irrelidad de la situación, que actúa como "ensoñamiento"* y "hechizo"? En cualquier caso, son vivencias del personaje y, por el tono que se adopta ahora, en otra vuelta de tuerca, también son vivencias del narrador.
La primera mención es una imagen casi onírica: el capitán se apoya en una balaustrada y mira las hierbas marinas y algas que "parecían elegantes alamedas [...] como si se dirigieran a las grutas del fondo [...] en medio de un gran jardín largo tiempo incultivado. Intentando romper un hechizo, había sido hechizado de nuevo. [...] prisionero en un castillo abandonado, condenado a contemplar campos vacíos [...]." La segunda imagen se da cuando llegan al salón/camarote: "Realzaban la similitud [...] las perspectivas del mar que los rodeaba, ya que, [...] el campo y el océano parecen primos hermanos." En estas dos líneas la confusión del personaje parecería justificada/atenuada por el narrador. Se percibe al narrador al lado del personaje, hay un matiz en el tono que lo acerca.
Es interesante que una compañera participante del foro precisamente ve en este párrafo una burla del narrador al personaje; en mi caso percibí la burla en otro pasaje y, al contrario, en este vi un gesto de compañerismo... En cualquier caso, el tono que oscila entre la confidencia, la burla, la compasión, provoca que esa voz del narrador tenga una presencia independiente.
Volviendo al principio, entonces: en "Benito Cereno" la voz del narrador no es la voz del personaje, tampoco es el caso de la voz que como ocurre frecuentemente en narraciones, según se dice al inicio de esta entrada, "desaparece" mientras se sigue leyendo, en este caso la voz de narrador tiene su presencia propia.

4 comentarios:

  1. Daniela de los Santos dice:

    Creo que hay que distinguir la postura del capitán Delano como algo diferente al mensaje que quiere trasmitir el autor. [Tiene razón Daniela, y esto es clave para entender el relato. E.I.]

    Delano puede, en principio, parecer un adelantado en su pensamiento en cuanto a la esclavitud: admira sinceramente la relación que tiene Cereno con Babo, de fidelidad y de confianza. (“Teniendo ante sí al hombre y a su amo, el negro sosteniendo al blanco, el capitán Delano no pudo sino percatarse de la belleza de una relación que ofrecía tal espectáculo de fidelidad por una parte y de confianza por la otra”). Sin embargo, haciendo una lectura más profunda, se hace visible el racismo básico de Delano. No se trata de odiar a los negros, sino de considerarlos muy inferiores a los blancos, casi como si de niños se tratasen. De niños o, más bien, de animales salvajes que podrían ser domesticados. Así, Babo se presenta ante los ojos del personaje como un perrito fiel a su amo, que se porta bien y es servicial. Los demás negros, en especial los más jóvenes, son para él salvajes, desordenados: algo que podría solucionarse con algunos oficiales, como él mismo le sugiere a Cereno, que impusieran orden y disciplina. Incluso introduce una metáfora en un diálogo, bastante significativa:

    "—Esos viejos de ahí, lanzando sus discursos desde sus púlpitos—continuó el capitán Delano señalando a los recogedores de estopa—, parecen representar el papel de viejos maestros de escuela ante los demás, aunque por lo que se ve, sus advertencias son poco atendidas. ¿Lo hacen por su propia voluntad, don Benito, o les ha mandado que hicieran de pastores de su rebaño de ovejas negras?"

    También aparece este racismo, por ejemplo, cuando Babo hace intervenciones en la conversación entre ambos capitanes: Delano se impresiona ante lo que para él es una máxima falta de respeto. [En realidad, esto refiere menos al racismo que a las jearquías de la época: por más 'abierto' que fuera Delano, no podía no sorprenderle que un esclavo se tomara ciertas libertades y su amo se las consintiera. E.I.]

    Más allá de todo esto, es importante señalar que es muy poco probable que Melville haya plasmado este racismo de manera inconsciente, o bien que esté hablando a través de Delano. Por el contrario, este texto, en mi opinión, se declara en contra de la esclavitud. Habla sobre hasta dónde pueden llegar los hombres esclavizados, privados de su libertad, pero no sólo como algo moralizante, sino tal vez a manera de denuncia. (Hay que recordar que en la época que Melville escribió Benito Cereno, se cernía sobre Estados Unidos la Guerra de Secesión). Además, si bien podría hacerse una interpretación tradicional sobre el Bien (blancos) y el Mal (negros), el autor deja claro que tanto los negros como los blancos tienen cierta maldad y depravación dentro de sí, y también que la esclavitud puede llevar a revueltas de este tipo, pero simplemente por defensa propia de parte de los esclavos.

    Es su situación de esclavitud, y más básicamente, el racismo, lo que desencadena todos los problemas por los que pasa el San Dominick, y no la supuesta “maldad” de los negros, arrancados de África…

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  2. Rodrigo Tomé dice:
    [Este aporte ha sido editado.]

    La visión de la raza y la superioridad racial en el relato varía, según cómo se la mire.
    Por un lado, el notorio convencimiento del narrador de la raza blanca como superior incluyendo todas las comparaciones que hace (asombrosas, en cierto punto), no deben corresponder al criterio del autor; para decirlo en pocas palabras, es conjeturable que Melville no piense como el narrador.
    En una breve biografía de Melville leí que en sus años de juventud, entre sus múltiples viajes, permaneció un tiempo viviendo en una pequeña tribu de Oceanía, compartiendo sus hábitos y costumbres. Probablemente allí haya conocido desde adentro a una raza muy distinta a la suya y obtenido una visión de las culturas ajenas a la suya que era diferente a la visión del público lector contemporáneo de sus obras.
    Además, esta obra tiene tantos aspectos para caracterizarla de racista como los tiene para caraterizarla de antiracista.
    [Es necesario, Rodrigo, que ofrezcas ejemplos de tales aspectos, pues así como lo presentás resulta demasiado general y vago. En la discusión académica es imprescindible exponer los argumentos (en este caso, los ejemplos), que sustentan nuestra posición; de lo contrario, estamos exigiendo al lector que 'tenga fe' en lo que decimos.]

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  3. Romina Borreani comenta:
    [El texto ha sido ligeramente editado.]
    También resulta interesante la siguiente frase: "Babo era esclavo de un negro como ahora lo es de un blanco". Esto demuestra que no hay solo un problema de razas, sino de poder, y a la vez, podría esta ser una visión que demuestre una posición alejada del racismo en Melville (de todas maneras no se puede desifrar al autor a través de la obra, se puede suponer tal vez, pero esta suposición es tan arbitraria como las que hace el capitan Delano constantemente).
    Un hombre negro era esclavo de un hombre de su propia raza, es decir que lo que diferencia a los hombres, lo que hace que uno este sobre el otro en este caso es el poder, que no siempre se lo da su color, ni la situación en el que el hombre nació, sino en la situación en la que se encuentran ahora, que puede ser alterada en cualquier momento, como sucede en el texto.

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  4. [Este aporte ha sido editado.]
    Jimena Ellauri comenta:
    En este cuento se encuentra muy presente el tema del racismo, tanto es así que en mi opinión personal, podría afirmar que el cuento se trata de esto, claro que esto depende de cómo interpretemos lo que estamos leyendo. [...]
    En más de una ocasión a lo largo del cuento Delano se refiere a los negros esclavos con comentarios que nos dejan ver que él y su raza se sienten superiores a los negros, sin embargo, no habla de forma malintencionada sino que les tiene simpatía y destaca sus habilidades de servidumbre las cuales piensa que son propias de la raza negra.
    "Hay algo especial en los negros que los hace particularmente aptos para las tareas de asistente personal. La mayoría de los negros son ayudas de cámara o peluqueros natos y manejan el peine y el cepillo como si fueran castañuelas y, aparentemente, casi con la misma satisfacción. Poseen, además, una gentil discreción en la forma de desempeñar su tarea, junto a una maravillosa, silenciosa, deslizante presteza tan grácil en sus maneras que resulta singularmente grata para el que lo contempla y aun más para aquel que es objeto de tales manipulaciones.
    Y, sobre todo, poseen el gran don del buen humor. Lo cual, en este caso, no significaba ni una mera sonrisa ni una simple carcajada. Ello hubiera resultado inadecuado. Era más bien una cierta alegría natural, una armonía en cada gesto y cada mirada, como si Dios hubiera dotado al hombre negro de una alegre melodía."
    [...] Los blancos en esa época pensaban que los negros tenían cualidades propias de su raza, innatas, es decir, no entendían que la raza no tiene nada que ver con las cualidades, destrezas, etc. de cada persona.
    Esos mismos negros que Delano consideraba intelectualmente inferiores son los que arman una estrategia perfectamente pensada para sublevarse y los que luego arman una seguidilla de estrategias también perfectamente pensadas a la hora de hacerle decir a Benito Cereno la mentira que armo Babo de la supuesta travesía que había vivido el San Dominick para que Delano la creyera e intentara ayudar a Benito Cereno, o la estrategia a la hora de hacer pasar a Atufal, el asistente de Babo, como un negro esclavo encadenado para que Delano no lo considerara una amenaza y así poder estar monitoreando todo lo que pasaba y avisar a Babo cuando Delano y Benito Cereno quedaban solos para que estos dos no pudieran hablar, entre tantas otras estrategias muy bien pensadas y ejecutadas.
    La mente maestra de todas estas estrategias era la de Babo con la ayuda y cooperación de todos los demás esclavos que perseguían el mismo fin que el, la libertad.
    Otro momento que me llama la atención del cuento es en el cual Babo está afeitando a Benito Cereno y utiliza como capa para que este no se manche la ropa, la bandera de España. Pienso que Babo hace esto para molestar a Benito, en ese momento hace una especie de tortura velada, ya que Benito no puede quejarse ni decir nada [...] al ver que la bandera de su país esta siendo usada de forma tan irrespetuosa, como si fuera cualquier tela sin valor que puede ser manchada. Pienso que allí se ve el desprecio que tienen Babo y los negros esclavos por los españoles, sus “propietarios” [...], como señala Delano en esta frase al decirle a Benito: “Este individuo suyo es de lo más inteligente, don Benito -susurró el capitán Delano a través de la mesa.”
    [Tal sentido, aunque sugerido en la versión española, es contrario al que parece tener la frase de Melville: "This is an uncommonly intelligent fellow of yours, Don Benito." La expresión _fellow of yours_ debería traducirse más bien como “compañero suyo”, o algo así; ella refiere a un vínculo equitativo, más bien que a una posesión. Al decir esto, Delano, lejos de referirse a la relación de dominación, subraya el fuerte vínculo, casi de compañerismo, que liga a Babo y Cereno.]
    Es una lucha de poder entre las razas. Los que en un principio dominaban a los esclavos (los españoles) terminan siendo los esclavos de los negros cuando Babo y los demás se sublevan.

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